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lunes, 7 de noviembre de 2016

Día de muertos ¡Que tremendo lío es este festejo hasta para el pensamiento!


El amor es esa constante batalla
en donde la muerte
es la más elocuente
y digna forma de perder
José Fernando Álvarez Zamudio

Qué es más universal para todos los seres vivos sino la muerte. La muerte es en verdad grande, pero no significa nada si no estamos vivos; es un epifenómeno envuelta en un proceso natural y aunque suene muy sofisticado no es para antojarla sino para celebrarla en su mes.

Así en México y algunos países latinos, la muerte se recibe y se recibe bien, se le espera para una increíble velada, encaminada por un recorrido que desde las cultura prehispánicas en México se hace con cempazuchitl, la flor que crece en el reino de los muertos todo el año y de año en año a finales de octubre, la flor nos recuerda que es esta época en que puede florecer en el mundo de los vivos.
Ya preparado todo para recibir a los no vivos, en esta época los muertos  son bien vivos y no se van con cualquiera, ellos esperan para reunirse con sus seres queridos y los seres queridos les preparan la mesa y la cena a sus difuntitos.

Después de ser guiados a la mesa con colorido papel picado, disfrutan este mágica representación llamada ofrenda de día de muertos, donde los fríos cuerpos inertes normalmente envueltos en oscuridad se vuelven luz en la mesa representados por una vela (una por cada muertito), son motivo de fiesta derritiéndose de calor mientras se les recuerda. Aun cuando se le festeja a la penumbra de una iglesia o frente a la tumba ese día no se guarda silencio.

No importa si es en su casa o no, como sea es el día que se le festeja, entre el champurrado y el tradicional pan de muertos, con dulces típicos, fotos del muertito, por supuesto cuando estaba vivo, o la famosa calaverita de azúcar con su nombre en la frente, se les permite saborear su comida favorita. Porque claro, el estómago es el camino al corazón del mexicano y eso no es la excepción para los difuntos paisanos que vienen directo del Mictlán (lugar de los muertos).  Tan importante es la muerte para los vivos que hasta la ofrenda del día de muertos fue declarada en el 2003 patrimonio de la humanidad. ¿Acaso este festejo será  para los muertos patrimonio del inframundo?
Como sea, a media noche o en algunos países latinos a medio día, se les recibe con gran sabor culinario, posteriormente se convive, se come y hasta se bebe con ellos. Cuando se les canta esta prohibido llorar aunque los borrachos les lloran de alegría.

Desde los arreglos previos al festejo es notorio que la muerte habría de ser cálida, si bien entre la independencia de México y la revolución Mexicana fue José Guadalupe Posada quien se adelantó a las fechas y le dio posada a una de las imágenes más representativas de este día con la Catrina. Dulce y pálida dama siempre colorida, sublime y sensual “Calavera Garbancera” que representa en el pueblo esa belleza digna de despertar temores  entre el humor del festejo y la temible incertidumbre del qué pasará cuando nos señale con sus huesudos dedos, o bien, cuando nos cobije con la cálida sombra de su sombrero pseudo europeo, por qué eso sí, la huesuda tiende a renegar de su propia cultura, pero con estilo, como aquellos que pretenden aparentar lo que no son y sin embargo  son.
¡Qué tremendo lío es este festejo hasta para el pensamiento! después de todo no es verdad que los mexicanos rían de la muerte, más bien es ella quien se ríe en su día y nosotros con ella mientras estamos con vida. Por dentro claro que  le tememos como todo ser vivo, son pocos los que aceptan a la muerte  y es gracias a la expresión corporal que puedes medir el miedo que le tienes, basta con preguntarte ¿qué pasaría si hoy te llevara?

Aún en su día, hay mucho respeto; el temor se hace evidente cuando pensamos que a todos y cada uno de los días corresponde el nombre de un santo a modo que anteriormente muchas veces las personas eran llamadas de acuerdo al nombre del santo del día de su nacimiento, pero tanto huye el recién nacido de la muerte, que sería raro escuchar a los nacidos el 2 de noviembre con el nombre de "difunto" ¿Quién se haría llamar Difunto? Si se gritara por la calle “allí viene el Difunto” todos correrían o pensarían que no estaba muerto, andaba de parranda.
Ninguno de los que festejan desearían morir en la peor de las desgracias; nadie espera morir mal, muchos desean morir plácidamente haciendo su actividad favorita hasta la muerte. La ofrenda resulta entonces el lugar del morir con calidad, donde se le da lugar al personaje fallecido festejando hasta morir.

Es la muerte un proceso natural y biológico,  que brinda la única posibilidad de terminar nuestras vidas, debido a que sin muerte no habría vida. La dualidad vida-muerte es una perspectiva prehispánica que reside en la estructura de todo ser humano aunque se llame anglosajón  ¡qué diferente es la cultura occidental!

Allí la muerte no es bien querida  y por eso se suma a este día la importancia de nuestra raíces Mexicas, de lo contrario hablamos de la muerte que incómoda y rechazada del Halloween, cuyo objetivo es disfrazarse y pasar desapercibido, camuflado entre los muertos y espectros que desean cuerpos de personas vivas, en México por el contario, algunos se disfrazan del galante catrín o la lasciva catrina que simbolizan la erótica unión entre vivos y muertos.
Pero ¿Cómo la muerte, a pesar de su inminencia y espectacular belleza no es para ahorita? Si nos preguntan seguro la elegimos para la próxima semana. Y así se conserva la esperanza de escapar a la muerte un día más, una semana más, incluso el moribundo pide tiempo para brindarle esperanza que es el peor mal porque la muerte no espera.

Pensar en la ofrenda lleva ese futuro hacia el presente, en mi experiencia trabajando la ofrenda de día de muertos como recurso terapéutico, permite una idea de lo que es necesario tener en cuenta y actualiza la mirada para dejar todo arreglado una vez llegado el momento de la propia muerte. Permite pensar la muerte como un suceso próximo sin importar la edad, incluso lleva a pensarnos tan cercanos a la muerte cómo podría serlo por lógica en la vejez, como dijo el filósofo Séneca en su ensayo sobre la brevedad de la vida "Antes de la vejez, procuré vivir bien; en la vejez procuro un morir bien" pues ¿cuánto tiempo invertimos realmente en vivir? La muerte no distingue edad, sexo credo ni religión, no darle importancia es igual a ignorar nuestra propia existencia, hablar de otros temas menos incómodos no harán de nuestra muerte un momento más cómodo. La construcción de la ofrenda lleva a este tipo de conciencia reflexiva sobre la recepción de la muerte, prepara para la muerte, incluso entre los familiares próximos a esta y explora cuestionamientos como los siguientes: ¿cómo elijo que culmine esta despedida? ¿Qué tan preparado estoy para recibir a la muerte este día? ¡Hoy día! ¿Puedo a esta edad pensar y preparar mi bien morir? ¿De verdad me he ganado la muerte que yo desearía? ¿Qué tanto me ayudan a bien morir las actividades que realizo para el dueño de mi empleo? ¿Estoy preparado (a)? Y sobre todo ¿qué estoy haciendo para recibir a la muerte? ¿Qué tantos asuntos inconclusos estoy resolviendo? ¿Si hoy me voy con la pálida Dama estoy satisfecho? Y sobre todo para los psicoterapeutas ¿Cómo concluiré mi más grande y última Gestalt?


En el IHPG contamos con una serie de materiales relacionados con los temas de la muerte y el duelo:


En la revista Figura fondo puedes encontrar los artículos:

  • El niño ante el impacto de la muerte de un ser querido-Guadalupe Hernández
     Figura Fondo 5

  • La culpa en el proceso de Duelo- Ma. Isabel Chávez
          Figura Fondo 11

  • El duelo desde la perspectiva Gestalt- Adriana Custodio
Figura Fondo 13

  • Cuando el terapeuta está en duelo-Hilda Gutiérrez
Figura Fondo 27

  • Entre el instinto de muerte y la educación para la paz-Frank Staemler
Figura Fondo 29

  • Espérame en el cielo-Carmen Vázquez
Figura Fondo 30

  • Cuando el destino nos alcance. Una lectura gestáltica sobre el miedo a la muerte y la incertidumbre en la sociedad actual-Carmen Vázquez
Figura Fondo 35

Y en la biblioteca podrás consultar las siguientes tesis de nuestros egresados:

  • Dificultades ante el duelo de la muerte de un familiar cercano-Eduardo Pérez de los Santos

  • Duelo, neurosis de la secuencia de contacto. El último intento para desprenderme de ti. Jorge Guerra

  • Sensibilización educativa ante las pérdidas. Estrategias docentes para acompañar el proceso de duelo en el ambiente escolar. Margarita Gilardi




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13 comentarios:

  1. Muy buen artículo, interesante y lleno de verdad, me parece un enfoque fresco a la perspectiva de otros artículos sobre el tema.

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    1. Este artículo me permitió conocer elementos que ignoraba sobre el Día de Muertos y apreciar mejor nuestra rica herencia cultural. Felicitaciones al autor.

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  2. Me gusta mucho la perspectiva de la muerte en este articulo y como lo plasma muy bello en verdad

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  3. Me gusta mucho la perspectiva de la muerte en este articulo y como lo plasma muy bello en verdad

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Es cierto que el nacer, inevitablemente lleva a la muerte, esa que creemos quizá nos alcance al haber vivido lo esperado y lo inesperado, pero más bien la muerte es inesperada.
    Agradezco el estilo en el que expones cada detalle en tu trabajo, permitiendo al lector rememorar las emociones al recordar a nuestros seres queridos ya fallecidos, definitivamente las ofrendas son más para los vivos que para los muertos, para recordarlos felices, riendo, a nuestro lado, gracias a esta, nuestra cultura con cada uno de sus fascinantes elementos que se vuelven metáforas.
    Me pareció increíble cómo una ofrenda puede ser una terapia, un trabajo profundo para cualquier edad, ya que quizá vivamos 60 u 80 años pero morir es para siempre, el que se va termina y el que se queda lo duele naturalmente; pero ¿qué pasa cuando tú te vas? Dejando de lado lo que se queda, ¿que si nos llevamos esos últimos instantes?
    Gracias por la reflexión Fernando y felicidades por tan exquisito trabajo.

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  6. Qué rica lectura. Y es que al reflexionar sobre nuestras tradiciones y rituales tocamos profundidades. ¡Qué maravilla incluir algo tan nuestro como recursos terapéuticos!
    Gracias al autor por el sabor y sentido dado.

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  7. Muy buena forma de hablar de la muerte, me ha gustado saber más sobre el día de muertos y que significan algunas cosas.
    Hablar de la muerte es un tema bastante bueno porque realmente nadie sabe que es lo que le espera y a dónde irá a parar después de su muerte; pero creo que todos sabemos que pasa...
    De verdad una lectura facinante el cual te enchina la piel pidiendo a gritos un pan con su leche.

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  8. Gracias al autor por recordarnos a los mortales la escencia de la cultura sobre la muerte! Para animarnos a vivir lo mejor para estar listos para morir algún día y ese día se festeje como los mexicanos sabemos mejor. Hay que vivir como si fuera el primer día de nuestras vidas. Felicidades!

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  10. Muito interessante esse texto, parabenizo o autor que escreveu. Concordo com os argumentos e eu quero apenas comentar o que percebo no Brasil atualmente, mais especificamente na região nordeste onde vivo. Aqui as pessoas tem uma dificuldade de lidar com a morte e sua eminência. A morte em geral está associada à velhice, quando jovens morrem causam comoção nas pessoas e em alguns casos até revolta. A prática no dia dos mortos é ir depositar flores no túmulo dos familiares no cemitério, ação comum aos cristãos católicos. A reflexão sobre a brevidade da vida está presente mais em situações trágicas do que especificamente no dia dos mortos. Esse texto nos remete ao fato de que viver é morrer um pouco a cada dia a medida que renascemos para um novo universo de possibilidades, desse modo a morte não deveria ser algo contra o qual deveríamos lutar, mas um processo natural que é parte da vida. Una vez más felicitaciones por el texto.

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